En un post anterior os dejamos unos sencillos consejos para mantener en las mejores condiciones vuestros grifos. Uno de ellos, era el de utilizar productos anti-cal en caso de depósitos calcáreos. Hoy vamos a abundar algo más en este tema, ya que hemos recibido algunas preguntas relacionadas a través de nuestras redes sociales.
Seguramente hayáis oído el término agua dura. El agua se llama así cuando contiene cantidades importantes de iones calcio y magnesio. Si la cantidad es menor, se denomina agua blanda. Al calentarse el agua dura, se forma un precipitado insoluble que es la cal.
La cal aparece especialmente en las zonas de costa. Aunque recomendamos utilizar descalcificadores para minimizar el riesgo en lugares próximos al mar, también es aconsejable en zonas de interior, ya que aunque en menor medida, también contiene cal. Como dato curioso comentar que Galicia es de las comunidades con el agua más blanda, y Aragón por encima de la media en cuanto a dureza de su agua.
Para evitar los riesgos derivdados de la cal, recomendamos el uso de descalcificadores no sólo para el mantenimiento de vuestros grifos, sino de los electrodomésticos en general, ahorro de energía, y en muchos casos evitar la irritación de la piel en niños y adultos.
Para la limpieza del grifo y su secado se debe evitar el uso de estropajos. Recomendamos utilizar una bayeta suave con algo de jabón. Una vez enjabonado y limpio, es necesario eliminar todos los rastros de jabón, enjuagar a conciencia y proceder a su secado con un paño. El jabón no debe contener elementos abrasivos. Aunque puede que hayáis oído que el uso de disolventes o vinagres deja el grifo más brillante y limpio, es importante que no lo apliquéis en caso de grifos cromados, ya que podrían sufrir daños.