El Grupo Presto Ibérica, líder en tecnologías para el ahorro de agua, es el fabricante español del sector de la grifería temporizada, certificada por AENOR con producción 100% nacional.
La calidad del producto y los tiempos de entrega juegan un papel cada vez más relevante en el sector.
Los tiempos están cambiando. Hace unos años fabricar fuera de nuestras fronteras para ser más competitivos era sinónimo de éxito garantizado, pero hoy en día son cada vez más las empresas que, frente a la deslocalización, prefieren tener la fábrica “a sus pies”. Y es que son múltiples los beneficios que esta decisión les aporta. Las diferencias en ahorro de costes ya no son tan considerables y sí lo son los riesgos que conlleva tener una fabricación alejada del núcleo empresarial.
Una de estas compañías que apuesta firmemente por desarrollar su actividad productiva únicamente en España es el Grupo Presto Ibérica, volcado en lanzar al mercado innovadoras tecnologías para el ahorro del agua. Desde sus plantas de producción, situadas en Madrid, Torrejón de Ardoz y Molins del Rey (Barcelona), produce para sus tres marcas (Presto Ibérica, Griferías Galindo y Presto Equip) sistemas temporizados, grifería de alto diseño para baños y cocinas, y accesorios para colectividades y otras ayudas técnicas adaptadas. Sus fábricas están dotadas con maquinaria de última generación y con la tecnología necesaria para llevar a cabo el proceso productivo integral, en todas sus fases. “Mantenemos la producción en España por razones de calidad y servicio. La eficacia que obtenemos no es equiparable”, confirma Antonio Pardal, director general de Presto Ibérica. Una importante decisión que les confiere un gran valor añadido como empresa, y que otorga un plus de seguridad y confianza a sus productos.
De la idea a la fábrica
Y es que son muchas las ventajas que Presto Ibérica consigue aprovechando su propia infraestructura:
– Control absoluto de la producción: la empresa vigila de cerca la cadena de producción, para poder incorporar directamente mejoras en el proceso y favorecer la resolución de incidencias.
– Máxima calidad: Con el uso de maquinaria avanzada y con la especialización del personal se minimizan los errores, aumenta el rendimiento y se recortan los costes de formación. A esto se suma la utilización de materiales de alta calidad y los estrictos controles a los que el Grupo somete a todos sus productos; lo que les permite ofrecer la garantía de un alto estándar de calidad. Presto Ibérica considera además que es importante escoger productos con calidad certificada, que ofrezcan máxima seguridad, para no incurrir en riesgos para las instalaciones y usuarios.
– Eficacia y ahorro de tiempo: con la producción internalizada, el ciclo productivo es más ágil. Se sirve el producto más rápido, acortando los plazos de entrega de mercancía a distribuidores y prescriptores. También hay menos complicaciones logísticas y burocráticas, lo que agiliza también los procesos.
– Personalización garantizada: Presto Ibérica es un fabricante que ofrece, en cada una de sus tres marcas, el servicio de productos hechos a medida. Y desde el exterior, hay más dificultades para poder atender estas necesidades especiales y satisfacer los requerimientos de los clientes. Además, teniendo más control sobre la calidad, se pueden personalizar mejor los pedidos y se atiende mejor la demanda.
– Mayor cercanía: la proximidad con el proveedor y cliente beneficia los acuerdos comerciales, y se facilita la vinculación y relación directa con los prescriptores.
– Cuestión de imagen: los consumidores cada vez más valoran el producto hecho en España. El “made in Spain” en la industria se ha revalorizado. Los productos de Presto Ibérica son a su vez símbolos de la marca España.
– Creación de empleo: Presto Ibérica favorece la creación y mantenimiento de puestos de trabajo.
Factores críticos de la externalización
La producción de grifería en otros países conlleva riesgos de falsificaciones y copias ilegales de producto, problemas de calidad y seguridad, retraso en los envíos, errores de fabricación… “Con la distancia, inevitablemente se va perdiendo la esencia del producto. Y se diluye el control sobre él. No hay calidad sin una vigilancia estrecha del mismo. Por eso la fabricación nacional es tan importante”, explica Pardal.
A esto se suma un factor fundamental, el transporte, uno de los principales inconvenientes. Los plazos de fabricación y envío de la mercancía en la mayoría de los casos sobrepasan varios meses, con lo que se complica la situación al tener que planificar al máximo el stock y los pedidos.